Las Leyes Sistémicas u Órdenes
del Amor en las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger
Las constelaciones familiares son
una herramienta terapéutica desarrollada por Bert Hellinger, que busca
restaurar el equilibrio y la armonía en los sistemas familiares. Este método
parte de la premisa de que los sistemas familiares están regidos por principios
fundamentales que Hellinger denominó "órdenes del amor" o "leyes
sistémicas". Estas leyes, basadas en el orden y la pertenencia, determinan
las dinámicas familiares y tienen un impacto profundo en la vida de cada
individuo. Comprender estas leyes es fundamental para liberar cargas
emocionales inconscientes y promover la sanación de todos los miembros de una
familia.
Las Tres Leyes Sistémicas u Órdenes del Amor según Hellinger
Hellinger identificó tres
principios fundamentales que deben respetarse para mantener el equilibrio en
una familia y, por lo tanto, la paz y el bienestar de sus integrantes: la ley de pertenencia, la ley de jerarquía
o precedencia y la ley del equilibrio. Cuando alguno de estos principios se
altera, los miembros del sistema tienden a experimentar conflictos, malestar y
patrones repetitivos. A continuación, exploraremos cada una de estas leyes en
detalle.
1. La Ley de Pertenencia: El
Derecho a Formar Parte del Sistema Familiar
La ley de pertenencia establece que todos los miembros de un sistema familiar tienen el derecho inalienable
de formar parte de él, independientemente de sus acciones o circunstancias.
Esto significa que cada persona, por el simple hecho de pertenecer a la
familia, ocupa un lugar que le es propio y que no puede ser eliminado ni
ignorado. Este principio abarca no solo a los miembros actuales, sino también a
aquellos del pasado, incluidos los fallecidos, los que han sido rechazados, los
hijos no nacidos (abortos espontáneos o inducidos) y personas externas que han
tenido un impacto relevante en el sistema.
Cuando un miembro es excluido o
ignorado, el sistema familiar busca compensar esa exclusión. Esto puede
resultar en que, a menudo, un descendiente posterior asuma, de manera
inconsciente, el rol o el destino del excluido, replicando situaciones de
sufrimiento, conflictos, o dificultades que el excluido experimentó.
Ejemplo de Exclusión y su Impacto
Un ejemplo común es el de un
miembro que ha sido rechazado o alejado debido a problemas legales, enfermedad
mental o por haber cometido algún acto “inaceptable” según las normas
familiares. Al no darle un lugar dentro del sistema, generaciones futuras
pueden manifestar problemas emocionales o conflictos similares en un intento
inconsciente de devolverle ese espacio.
La solución para restaurar el equilibrio es reconocer a todos los miembros y otorgarles el lugar que les
corresponde. En las constelaciones familiares, esto se realiza a través de
actos simbólicos de inclusión y reconocimiento, lo cual permite que los
descendientes se liberen de cargas y patrones repetitivos.
2. La Ley de Jerarquía o
Precedencia: El Orden de Llegada
La ley de jerarquía establece que
cada miembro de la familia tiene un lugar específico según su orden de llegada.
En este sentido, los padres tienen prioridad sobre los hijos, los hermanos
mayores sobre los menores, y así sucesivamente. Este orden jerárquico asegura
que los roles y las responsabilidades se distribuyan de manera saludable y que
cada miembro esté en una posición acorde a su función.
Cuando el orden de jerarquía se
altera, por ejemplo, cuando un hijo asume un rol parental, el sistema se
desestabiliza y esto afecta el bienestar emocional de todos los miembros. A
esta dinámica se le denomina “inversión de roles”, y puede llevar a la persona
a experimentar sentimientos de frustración, agotamiento o incluso a repetir
patrones de comportamiento poco saludables en sus relaciones futuras.
Ejemplo de Inversión de Roles
Un caso común es el de hijos que,
en situaciones de crisis familiar, asumen el rol de cuidar a sus hermanos o de
actuar como el "sustituto" del padre o madre ausente. Esta situación
provoca que el niño asuma responsabilidades que no le corresponden, perdiendo
la oportunidad de desarrollarse plenamente y sintiendo una carga emocional que
lo limita.
La solución es restaurar el orden correcto, reconociendo el papel de
cada miembro en la familia. En una constelación, esto se realiza permitiendo
que el hijo “devuelva” simbólicamente la responsabilidad a sus padres,
recuperando así su propio lugar en el sistema.
3. La Ley de Equilibrio: Dar y
Recibir en Proporción
La ley de equilibrio establece que las relaciones se fortalecen cuando hay un equilibrio entre el dar y el
recibir. Este principio es especialmente importante en las relaciones de
pareja, donde ambos deben contribuir y recibir en igual medida para mantener la
armonía. En el contexto familiar, esta ley sugiere que los padres dan a sus
hijos y que estos, en su momento, dan a la siguiente generación, creando un
flujo continuo de apoyo y amor.
Cuando esta ley se rompe, pueden
surgir conflictos en las relaciones, donde uno de los miembros siente que da
mucho y recibe poco, o viceversa. Esto provoca resentimientos, dependencias o
dificultades en la comunicación. En las constelaciones familiares, el
equilibrio se busca permitiendo que cada miembro tome su lugar y contribuya de
acuerdo a su capacidad, sin sobrecargar ni exigir en exceso.
Ejemplo de Desequilibrio en una
Relación
Un ejemplo común de esta ley es
el de parejas donde uno de los miembros siempre da más y el otro parece recibir
sin retribuir. Esta dinámica puede provocar tensiones y una ruptura, ya que
quien da siente frustración y el receptor, en algún momento, experimenta
sentimientos de culpa o dependencia. Este desbalance también puede presentarse
entre padres e hijos, donde algunos hijos sienten que no pueden devolver todo
lo que han recibido de sus padres.
Para restaurar el equilibrio, es
importante que cada miembro tome conciencia de su capacidad de dar y recibir.
La constelación familiar permite ver estas dinámicas y tomar decisiones
conscientes que fortalezcan el equilibrio.
La Interacción de las Tres Leyes
y su Importancia en la Sanación
Cada una de las leyes sistémicas
se relaciona y complementa con las otras, formando un sistema de principios que
ayuda a que los miembros de una familia puedan vivir en paz y armonía. Cuando
estas leyes se respetan, el sistema familiar tiende al equilibrio y los
miembros pueden desarrollarse de manera saludable, sintiéndose parte de una
estructura que les brinda seguridad.
En las constelaciones familiares,
el trabajo se centra en identificar los desórdenes o transgresiones a estas
leyes y en restaurar el orden, lo cual se realiza a través de representaciones
simbólicas que permiten a los miembros “ver” las dinámicas ocultas y actuar en
consecuencia. Al reconocer y honrar las leyes sistémicas, se permite la
liberación de cargas emocionales, lo que conduce a una mayor comprensión,
sanación y paz.
Conclusión: Los Órdenes del Amor
como Camino a la Armonía Familiar
Las leyes sistémicas o órdenes
del amor propuestos por Bert Hellinger son una guía poderosa para comprender
las dinámicas familiares y promover la sanación. Estas leyes nos enseñan que la
familia es un sistema interconectado, donde cada miembro cumple un rol
importante y donde el respeto por la pertenencia, la jerarquía y el equilibrio
son claves para la armonía.
Las constelaciones familiares nos
brindan la oportunidad de ver estas dinámicas desde una perspectiva profunda y
sanadora, ayudándonos a reconocer y resolver patrones que limitan nuestro
bienestar. Al respetar estas leyes, honramos la historia y los vínculos
familiares, permitiendo que cada miembro viva en su lugar, libre de cargas
pasadas y abierto a la paz y la plenitud.
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